miércoles, 30 de diciembre de 2015

Aquellos maravillosos años: fútbol inglés en los 60 y 70

Ahora que se acaba el año y hablamos de recuerdos, de tiempo, de nuevos inicios y de pasado, estoy un poco nostálgica. El otro día rondando por Twitter vi una foto de Bobby Moore con la selección inglesa en un partido contra Escocia en 1973 y me sumergió en una cadena de pensamientos, llegando a la conclusión de que -refiriéndome a temas futbolísticos- me hubiera gustado vivir en esos tiempos, en lo que llamamos ahora fútbol vintage, sobretodo en el inglés, que es el que por alguna extraña razón, me llama tanto.

Por una parte, ese fútbol directo que me enamora: un juego físico, que se basa en la resistencia, en la velocidad y en la fuerza. Con una verticalidad absoluta, jugadas al primer toque, cambios de banda. Con jugadores que al pasar el balón no se quedaban mirando la jugada como miran las vacas al tren, sino que la acompañaban aunque intuyeran que era imposible que acabara en gol, con jugadores que tiraban a puerta sin pensar como algo intuitivo, en lugar de meterse hasta la cocina tocando el balón y al presentarse a medio metro de la portería, no saber aún si tirar o pasarla otra vez.
Defensas especulativos, que se anticipaban a la jugada, como el gran Bobby Moore, del que me he visto más videos que resúmenes del Numancia.
Partidos que raramente acababan en 0-0 -quién lo diría, pensarán los aficionados del United, que hoy en día no meten un gol al arcoiris-, y si lo hacían, acumulando un gran número de ocasiones.
 No me puedo olvidar de la United Trinity, retrocediendo unos años, formada por George Best, Law y (ahora, 'sir') Bobby Charlton.
Además, la arrogancia y a la vez excelencia personalizada en un entrenador de fútbol: Brian Clough. Si no habéis visto la película "The Damned United", -mi película favorita, por cierto- os la recomiendo. Cuenta la historia de Clough y Peter Taylor, con el máximo esplendor de un Leeds, y un Derby County, que pone perfectamente en escena el ambiente del fútbol de los 70. 
Dejando de lado el tema táctico... Al antiguo fútbol inglés le envolvía una atmósfera especial. Gente de gala yendo al típico campo inglés, como pudo ser Maine Road.
Además, las camisetas de fútbol. Con sus cordones en el cuello, sus diseños pobres y a la vez elegantes, siempre con los colores del equipo, sin innovaciones y sobretodo, sin dorsal: importaba el conjunto, no las individualidades. Ahora me atrevo a decir que con tantos patrocinadores, los futbolistas de élite son marcas con orejas y piernas que juegan al fútbol. Todo el tema marketing ni existía...
¿Dónde se ha quedado ese espíritu? Ahora llegan magnates chinos, jeques que se limpian el culo con millones y se atreven a cambiar el escudo de un equipo -Véase Hull City y Manchester City- sin contemplaciones. Ahora los equipos de fútbol son simplemente entidades para mover dinero. ¿Un tigre en el escudo del Hull porque al chino le gustan los tigres? ¿Un dragón en la camiseta del Madrid? Venga, hombre.
Dejo este post con una imagen de la estatua que hay en Old Trafford de la United Trinity, que habla por sí sola, y me dispongo a ver "The Damned United" por decimoquinta vez.
Solo de pensar el poder haber vivido un partido de fútbol inglés de los 60-70, se me ponen los pelos de punta. ¡Feliz 2016!

1 comentario:

  1. El "fútbol vintage" de las islas (que no británico, no enfademos a los escoceses) puede ser considerado románticamente como el último fútbol premoderno. Felicidades por el artículo.

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